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Receta tradicional de la Abuela con beneficios sanadores sorprende a todos.

En el contexto actual, donde la alimentación saludable gana cada vez más relevancia, se revalorizan las recetas tradicionales por su aporte nutricional y funcional. Entre estas preparaciones, una fórmula ancestral se posiciona como alternativa natural para aliviar afecciones respiratorias y fortalecer el cuerpo: la sopa de tomillo, también conocida como sopa de la longevidad.

Origen de la sopa de tomillo

Este caldo herbal es típico de la gastronomía catalana, particularmente popular en regiones rurales donde el acceso a ingredientes medicinales era limitado. La receta fue difundida recientemente a través de las redes sociales por Angeleta Farré, cocinera de la localidad de Senterada, quien compartió su preparación en el perfil oficial de Casa Leonardo, un establecimiento de turismo rural.

El video superó rápidamente el millón de reproducciones, posicionando a la sopa de farigola como una alternativa natural para mejorar la salud y recordar los sabores de antaño.



Beneficios de la sopa de tomillo

El ingrediente principal, el tomillo, es una planta con reconocidas propiedades terapéuticas. Según fuentes botánicas especializadas, su uso en infusión o caldo tiene los siguientes efectos:

  • Acción expectorante: favorece la expulsión de mucosidades.
  • Propiedades antibióticas naturales: ayuda a combatir infecciones leves.
  • Efecto diurético: promueve la eliminación de toxinas a través de la orina.

Estas cualidades hacen de este caldo una opción recurrente ante los primeros síntomas de resfriados, gripes o dolores de garganta. No obstante, se recomienda precaución y consulta médica en casos de fiebre alta o patologías más complejas.



Ingredientes y preparación

Ingredientes básicos

  • 1 litro de agua
  • Unas ramas de tomillo fresco o 2 cucharadas de tomillo seco
  • 2 rebanadas de pan tostado o seco
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación paso a paso

  1. Llevar el agua a hervor.
  2. Agregar el tomillo y retirar del fuego cuando rompa el hervor.
  3. Tapar y dejar reposar durante 5 minutos para que libere sus principios activos.
  4. Mientras tanto, frotar el ajo sobre las rebanadas de pan y rociarlas con aceite de oliva.
  5. Colocar el pan en un plato hondo y verter el caldo caliente por encima.
  6. Esperar unos minutos para que el pan se deshaga ligeramente y se integre con el líquido.


Variantes tradicionales

En algunas versiones regionales, la sopa de tomillo incorpora huevo batido que se mezcla al final de la cocción para aportar proteínas. Esta variante es frecuente en épocas de frío y se sirve como plato principal en cenas livianas o dietas depurativas.



Una receta que trasciende generaciones

Este caldo sencillo, de elaboración rápida y con ingredientes accesibles, es un ejemplo de cómo las recetas tradicionales continúan siendo relevantes. Su difusión en redes sociales demuestra la vigencia del conocimiento popular y su aporte al bienestar general.

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